Ante una situación que no nos gusta, tenemos dos opciones.La primera, podemos seguir pensando y actuando como antes. Y la segunda, aceptar la situación aunque no nos guste, aceptar las emociones que nos trae consigo, repito, aunque no nos guste. Si es rabia, si es ira, si es miedo,observarlas y no enfrentemos a ellas, no las juzguemos, no dejemos que nos lleven a una posición de víctimas (recordemos como actúa nuestro cerebro reptiliano bloqueando la parte de nuestro kit de emergencia) y descubrir que podemos hacer con los recursos que disponemos hoy, aquí y ahora, sin importar todas aquellas cosas que aún nos faltan. Tomar acción y prepararte para estos nuevos tiempos. Elegir y decidir como quieres vivir a partir de ahora y tener éxito en lo que te propongas.
Y ahora, piensa un segundo… ¿En qué lado estás? Y… ¿En qué lado te gustaría estar?
¿Eres de los que se queja por el pasado, por aquello que debiste hacer y no hiciste? ¿Por la decisión que no tomaste? ¿O más bien, de los que aprenden, evolucionan y toman acción ahora?
Si perdiste aquella oportunidad, entonces ¿no crees que es el momento perfecto para a partir de ese aprendizaje, poder prepararte y entrenarte en estos nuevos paradigmas?