Los ciclos y la semilla de la vida

En el módulo anterior tuvieron la oportunidad de aprender ciertos conceptos, dibujar la Semilla y hacer un Mandala con esa base. Espero hayan disfrutado.

Continuaremos dibujando y haciendo patrones. Le invito a seguir las pautas planteadas, (leer con atención) porque no serán iguales todos los días. Cualquier duda pueden aclararla en el grupo de apoyo.

Para hacernos una mejor idea del proceso de creación, vamos a pensar en el ciclo de un árbol frutal.

La semilla llega a la tierra, ya sea que tú la siembres o que algún pájaro la transporte. Se entierra y comienza a germinarse. Sus células comienzan a dividirse y la semilla se expande, empieza surgir una planta. Así pasan los días, aparece el tronco, crece. Surgen hojas y ese árbol florece, los frutos están por venir. Empiezan a crecer los frutos, manzana, peras o cualquier otro. Maduran y algunos serán disfrutados por los que están cerca y otros caerán en la tierra. Quizás algunos pájaros u otros animales los aprovecharan para alimentarse. Una fracción simplemente quedará allí y se volverá abono. La semilla puede volver a su ciclo, la semilla podría volver a germinar y así comenzar de nuevo.

Como las plantas, las personas nacen, crecen, dan frutos y luego mueren. Este patrón se refleja en los procesos más fundamentales de la geometría sagrada.

En un principio está la nada, (aunque suene extraño, científicos han comprobado que en “la nada” también hay energía) o el vacío y allí aparece el punto. Ese punto comienza a moverse o trasladarse en línea recta y logra generar un círculo.

Se puede dibujar o imaginar como una esfera. Este todavía no es una semilla, sino su mero potencial. Este podría ser un pensamiento si tienes la intención de crear, tienes un proyecto en mente. Ese círculo puede representar ese momento que te viene la IDEA.

Ese primer círculo de los 7 círculos, simboliza el origen a partir de la nada, cuando la conciencia tomó conciencia de sí misma por primera vez. El número 1 está representado en un círculo, ese círculo que trazaste. El número  uno es la base de cualquier otro número. Es el arquetipo universal de unidad, totalidad. Cuando estudiamos mandalas, aprendemos que el círculo contiene todo y a su vez todo está contenido en él. Y recuerda somos el Todo y parte de ese todo. Somos unidad, somos totalidad. El primer círculo es el centro de los 6 círculos que representan los días de la creación y representa la conciencia.

¡Todo! Se puede crear a partir del círculo.

El segundo círculo, que se interconecta con el primero, forma junto con él la vesica piscis. En geometría sagrada, la polaridad se puede entender a través de la vesica piscis, allí está toda la energía y las proporciones necesarias para crear. Cuando dos cosas se unen, crean una energía que es mayor que la suma de sus partes individuales.

Esos 2 círculos conectados por sus centros,  nos muestran la relación entre dos opuestos iguales. Esta es la raíz de toda la energía y la creación: hombre / mujer, frío / calor, luz / oscuridad. El número 2 representa el espejo de la conciencia, así como la expansión. El 2 es energía, vida, vibración, polaridad, complementariedad, sabiduría. Muchos asocian este paso con el útero, la madre de las formas en lugar de las posibilidades.

Le agregamos un círculo más a esa vesica piscis, trazamos el tercer círculo. Formamos una triada,  el numero 3 representado por el triángulo es el arquetipo universal de equilibrio, armonía, estabilidad y fuerza. Simboliza cuerpo, mente y espíritu (alma si deseas llamarlo así) y en fin eso somos. El número tres se relaciona con los tres colores primarios (amarillo, azul y rojo), de cuya combinación se producen todos los demás, con los tres reinos de la naturaleza (animal, vegetal y mineral). También es relacionado con pasado, presente y futuro; con padre/madre, hijo y espíritu Santo. En física con acción, reacción y resolución. Los científicos lo atribuyen a energía, materia y luz. La tri-unidad o tres como Uno.

Continuamos agregando círculos, el 4 representa productividad, organización y disciplina. Es el número que se asocia a la realidad y concreción de resultados. Cuatro círculos representan los elementos: tierra, aire, agua y fuego. También simboliza las cuatro estaciones: primavera, verano, otoño e invierno. Y sin pensarlo mucho continuamos trazando el círculo número 5, el 6 y por último el 7. Ya tendemos nuestra semilla completa.

Ya lista, podemos imaginar los 7 días de la semana, basados ​​en los seis días de la creación seguidos de un solo día de descanso. Los seis cuerpos celestes visibles a simple vista que se encuentra alrededor del Sol (Mercurio, Venus, Luna, Marte, Júpiter, Saturno). Los siete chakras (centros energéticos), donde el centro del corazón está rodeado por tres chakras superiores y tres inferiores. Y mis preferidos, los siete colores del arco iris, con el verde en el centro y el rojo o violeta en cada extremo del espectro.

Ya indagamos en la información que nos aporta cada uno de los círculos o los pasos para armar esa Semilla. Recuerda la creación del Universo tiene que ver con la creación de nuestro Ser y la creación de proyectos en tu vida cotidiana.

¿Notas que estas más cercano a la Geometría Sagrada de lo que pensabas…?

A través de la Geometría Sagrada podemos descubrir el equilibrio y la armonía existente en todos los aspectos de la vida y de nuestras relaciones.

¿Ya estás listo para seguir creando, desde otra mirada?