Hay dos energías fundamentales sobre las cuales nos movemos. Las básicas o primarias, como el AMOR y el MIEDO, su opuesto.
Si vibramos en la energía del amor, nuestra vida será de una manera. Si vibramos desde el miedo, de otra.
El amor expande, te conecta con la certeza, la plenitud, la paz, la abundancia. Son la misma energía.
Desde la consciencia del amor podemos movernos de una manera particular, que el miedo no permite. Desde el miedo, cerramos posibilidades, vemos escasez, estrechamos la mirada, nos cerramos, nos inhibimos, no accionamos.
La energía del miedo, es la que nos mueve muchas veces.( quien mueve a la mayoría de los sistemas)
Si ampliamos la consciencia de amor, cada uno de nosotros en cada ámbito, estaremos “ achicando” los espacios que ocupa el miedo en nuestras vidas.
¿En dónde vemos expresadas estas energías? El amor se expresa en la abundancia. Cuando aparece el miedo, se expresa como carencia. Amor/salud. Miedo/enfermedad. Amor es felicidad. El Miedo/ frustración, apatía, indiferencia, etc. Amor, es armonía, plenitud. Miedo es enojos, ira, violencia, guerras, descalificación. Amor es seguridad y certeza. Miedo, dudas, inseguridad.
Cuando tenemos consciencia de que somos ese amor omnipresente, cada experiencia que nos aleja de él, la vemos como esa falsa ilusión que podemos desarmar.
Conectar con ese amor, para que disuelva la ilusión del miedo, es el gran desafío que nos permite rearmar , re-aprender y construir desde nuestra esencia.
Pero estas no son palabras, se disuelve el miedo trabajando creencias puntuales, aprendiendo a pensar diferente, conectando con el amor en todos los momentos y circunstancias, tomando decisiones, mirando más allá de lo que nos dicen nuestros miedos.
Conectar con el amor y no con el miedo requiere un trabajo personal, es una siembra, un proceso, es un camino que te lleva a vivir cada vez mejor, sin estrés, en armonía, plenitud y equilibrio.
LAURA BARRERA